miércoles, 24 de agosto de 2011

" Sin base legal la automatización del combustible"


" Sin base legal la automatización del combustible"

Kilométricas colas tienen que soportar los tachirenses para colocar el dispositivo o lector de barras (TAG) a los vehículos.



(Mariana Contreras)

"No existe ningún instrumento jurídico (resolución, decreto, Gaceta) emanado de los organismos competentes para obligar a la ciudadanía a implementar el Tag, mejor conocido como chip", aseguró la directora de Desarrollo Económico de la Gobernación, Sonia Medina, con base en un análisis jurídico y técnico que efectuó el citado despacho sobre el tema del abastecimiento de combustible en el Táchira. 

De acuerdo con Medina, la intención del estudio, instruido por el Gobernador, fue determinar el impacto económico de las eternas colas en las estaciones de servicio, reflejado en la población tachirense y la economía real en materia de servicios, turismo, comercio y producción, a través de encuestas efectuadas a la gente en cola y tomando la opinión de actores involucrados en el tema, que han sido vetados. 

---Responsablemente hicimos un análisis jurídico y determinamos que fue una situación de hecho que se impuso a la ciudadanía, que ha tenido que ir a colocar el dispositivo en contra de su voluntad, en el afán de esa amenaza que existe de no suministrar combustible si no coloca el Tag. La gente no lo hace pensando que va a resolver el problema, sino porque tiene esa amenaza encima.

De manera que el equipo de Desarrollo Económico de la Gobernación se documentó en busca del "famoso" documento que avala esa medida, pero se encontró conque no existe. "Eso es gravísimo, porque hoy por hoy nos dicen que si no colocamos el dispositivo estamos al margen de la ley, pero de cuál ley, si los tachirenses que no lo hemos colocado estamos haciendo que se respete la Constitución y las leyes". 

Resaltó que ese dispositivo se le ocurrió a un grupo de personas, como aquellos cinco dispositivos que han precedido al Tag. Haciendo memoria e historia comentó que inicialmente la Dirección de Política de la Gobernación en el año 2008 efectuó un censo que no tuvo ningún tipo de validez, así como el censo de Pdvsa en el año 2009, y posteriormente se exigió un cambio de placas a la ciudadanía.

Igualmente recordó que también se instaló a los consejos comunales en las bombas con una especie de control manual, donde se anotaba en cuadernos las placas de los vehículos, el cual fue sustituido por un sistema automatizado por parte del Ejército, que fue ubicado en las gasolineras con laptop para registrar las placas de los carros. 

---La pregunta es: cumplió alguno de esos controles la función para la cual se hizo y a la cual se sometieron muchos tachirenses en el afán de solucionar el problema de combustible. La respuesta salta a la vista, y por eso hoy se está implementado otro mecanismo de control (Tag).

Agregó Medina que, con base en el estudio, consideran que esa medida también pasará a la historia como una más de las tantas que se colocaron, que además burlan la dignidad del pueblo tachirense.

6 millones de litros en el aire

Otro aspecto que destaca el referido estudio es que actualmente el estado Táchira tiene 112 Estaciones de Servicio operativas, aun cuando para el año 2010 existían 124 estaciones; es decir, que de esa cifra, 10 desafectó el Estado y dos solicitaron la desafectación. Las 12 bombas desafectadas suministraban 19 millones de litros de gasolina que no fueron redistribuidos en las 112 estaciones restantes. 

---Sabemos que 13 millones de litros fueron enviados a Colombia para dar cumplimiento al convenio celebrado acerca del suministro, y los otros 6 millones restantes no se redistribuyeron. El parque automotor para ese momento era de 340 mil vehículos, pero hoy creció a 380-400 mil, y seguimos abasteciendo con los mismos 86 millones de litros que llegan al mercado tachirense mensualmente. 

Ante ese panorama y con un análisis técnico de la situación, el estudio concluye que el Plan de Automatización de Combustible no va a resolver el problema de contrabando porque, suponiendo que toda la población colocara el dispositivo, van a seguir llegando los 86 millones de litros. "Esto quiere decir que la cantidad de gandolas son insuficientes y el chip no va a resolver el problema".

Capacidad de litraje: incertidumbre

Para el equipo de Desarrollo Económico de la Gobernación, otro ítem a resaltar del estudio es que los litros "fueron acordados de manera discrecional", porque no hay una norma que diga porqué a los vehículos particulares hay que colocarle 43 litros, a los taxis 50 litros, a las pick up 60 litros y al transporte 100 litros. 

El estudio reseña que el Tag no se encuentra en línea y la gente que surte con ese sistema en otra bomba del estado tranquilamente puede llegar a San Cristóbal a exigir le suministren gasolina. Se puede inferir que esa medida obedeció a un análisis básico y simple, pero sin soporte: eso es lo que consume el vehículo por su octanaje y cilindraje.

---Con este estudio queremos llamar la atención de la población que hoy tiene la incertidumbre con este dispositivo. Porque en el momento que se les ocurra decir que para poder rendir los 86 millones de litros ya no tendremos derecho a 43 sino a 23 litros, qué vamos a hacer. Esto se está convirtiendo en una especie de cédula de racionamiento del combustible.

Se deja de producir 25%

Con respecto al impacto en la productividad, señaló la directora de Desarrollo Económico de la Gobernación que, el tiempo promedio empleado en las estaciones de servicio para abastecer de combustible el vehículo está entre 1 a 2 horas, y el número de promedio en que una persona abastece el vehículo de combustible a la semana es de dos veces. 

"Esto quiere que una persona empleada con base en el salario mínimo, estaría dejando de producir a su empresa el 25% de su salario". El análisis se desprende del hecho que una persona dedica parte de su tiempo laboral para ir a colocar combustible, debido a que las estaciones también tienen horario regulado. 

---El meollo es que las gasolineras no trabajan 12 ni 24 horas al día, de manera que si el ciudadano espera salir de su trabajo, probablemente no encuentre gasolina. Lo que motiva a hacer uso de una o dos horas de su tiempo laboral para abastecer de combustible su automóvil.

Ya no se hace turismo interno

El horario de las estaciones de servicio también está regulado los fines de semana, momento en el cual se ven más afectados los ciudadanos porque la mayoría de bombas están cerradas. Por tanto, el problema con el combustible también tiene un impacto de la calidad de vida del tachirense, que antes podía hacer turismo foráneo.

---Los tachirenses salían a pasear con sus familias los fines de semana, pero se han inhibido porque se encuentran con la limitante que los fines de semana no trabajan todas las estaciones de servicio y no sabes dónde vas a abastecer de gasolina y no sabes en qué lugar de la geografía tachirense te vas a quedar sin combustible. 

Asimismo, personas de otras entidades que asiduamente visitaban al Táchira ya no lo hacen, porque saben que se van a someter a un eterno martirio con las colas de gasolina. "Esto beneficia o perjudica tanto a unos como a otros. La idea es que el Táchira no siga sufriendo estas humillaciones a las que nos han sometido hace más de año y medio con el tema del combustible".

Contrabando: actividad lucrativa

El estudio también arrojó que esta sigue siendo una actividad lucrativa para las personas que se dedican al contrabando, con base en un análisis comparativo del precio del combustible en Colombia y Venezuela.

---Un galón (3,78 litros) en Colombia vale 6,06 bolívares fuertes (con el peso a 0,22 bolívares), en Venezuela se comprarían 66 litros, porque el costo de cada uno es de 0,097 bolívares. Esa comparación es importante hacerla para ubicarnos en el contexto real, porque se está golpeando salvajemente este mercado, ya que el Gobierno está subsidiando todo el valor del combustible. 

Si la comparación se hace con referencia a la moneda norteamericana, dijo que un litro de gasolina en Venezuela cuesta entre 3 y 4 centavos de dólar, pero una bebida gaseosa cuesta 20 veces más, un café cuesta 30 veces más, o cuando se deja propina a alguien que mide el aceite del vehículo o chequea los cauchos, se paga el triple de lo que cuesta abastecer el tanque de gasolina.

----Este trabajo se efectuó con la intención de informar a la colectividad sobre lo que está ocurriendo en materia de combustible y que cada quien saque sus propias conclusiones: ¿es el sistema idóneo que va a resolver el contrabando? ¿El Gobierno va a garantizar que cuando todos los vehículos estén automatizados llegarán los litros requeridos? entre otras interrogantes que cada ciudadano debe hacerse.

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