sábado, 5 de septiembre de 2009

Qué hay detrás de los Apagones


Qué casualidad que se ordena la creación de la Corporación Eléctrica comienzan los apagones. El 1º de septiembre de 2008 se produjo el tercer apagón de grandes dimensiones, casi que coincide en fecha y hora con el del 03 de septiembre de 2009. El primero, el tercero y este último han sido más “escandalosos” porque ha estado involucrada la capital de la República y porque además el del jueves 03 se produce en medio de una situación de inestabilidad política en el país con grandes amenazas de parte de la oposición de generar zozobra, caos y violencia.


Cada vez que se produce un apagón se apela a muy variadas razones, en aquella oportunidad dijeron que la quema de la caña de azúcar calentó las líneas de alta tensión, que las condiciones atmosféricas en otro caso y en otras ni siquiera sabían las causas. En esta última, dijeron que si Tacoa, que si Planta Centro, que si la planta Josefa Camejo….. lo que si ha quedado demostrado a lo largo de toda esta historia de APAGONES es que el General HIPOLITO IZQUIERDO y el resto de las autoridades que lo acompañan DESCONOCEN EL SISTEMA ELÉCTRICO NACIONAL.


La verdad del asunto es que ya no pueden ocultar el problema, la “oscuridad de los apagones ha sido demasiado brillante”, al contrario de lo que los sabihondos, los politiqueros y otros de los tantos “caza desastres” han venido diciendo, enfocando la situación en lo “técnico”, nosotros iremos a la raíz del problema.


Empezaremos diciendo que esto ha ocurrido y lamentablemente seguirá ocurriendo por causas técnicas pero por razones políticas, de concepción ideológica del modelo de industria, de empresa y de país. Es decir estamos frente a graves problemas técnicos y operativos, (mucho más graves de lo que le dicen al Presidente Chávez y él le repite al país), pero ante todo estamos ante una falla mucho mayor, el fracaso político que “el proceso” ha gestado a voluntad propia, en el sector eléctrico.


La Estatización no es la culpable


La Derecha externa a la industria rápidamente sale a decir que antes de la estatización del sector esto no pasaba, que todo estaba bien, al menos en las ciudades donde el sector privado manejaba el servicio. Por su parte, la derecha que maneja internamente el sector también se suma al concierto y mete su “puyita”, achacando los males a la unificación del sector, buscando un “chivo expiatorio” a su incompetencia, decían que el problema se reducía a CADAFE, donde según ellos están los ineptos y flojos que pueden “contaminar” a todo el resto. La verdad de todo es que la decisión de ESTATIZAR Y UNIFICAR el sector ha el único acierto importantes en la industria. Claro, quienes dirigen la industria no están de acuerdo con esta medida tomada por el presidente, y por eso la sabotean.


Nunca le mostraron al país la precaria situación en que se encontraba la Electricidad de Caracas al momento de concretar el negocio de compra, el que sin duda fue exagerado dado la realidad operativa de la misma. La E de C. fue sometida durante varios años a un proceso de desinversión y saqueo por la multinacional A.E.S., que redujo su actividad a la simple reparación de fallas, eliminando el mantenimiento preventivo, mientras con las tarifas más altas del país, se dedicaban a sacar ganancias y repatriarlas a su casa matriz en Estados Unidos. Algo similar ocurrió con ELEVAL, que sin presentar esos mismos niveles de deterioro, también estaba al borde del colapso operativo y también fue saqueada antes venderla.


Los trabajadores de estas empresas vivían y aún viven en verdaderas dictaduras laborales, con derechos elementales negados y con esa práctica de esclavismo moderno que son las empresas contratistas, que en forma tercerizada manejan áreas medulares de las empresas, a través de las cuales los empresarios han aumentado sus ganancias. La UNIFICACIÓN, es obvia y elemental medida en una industria que como ninguna otra tiene una continuidad operativa nacional, donde todas están conectadas a un único sistema interconectado.


Hasta el día que el presidente anunció la creación de un único ente para el sector eléctrico (CORPOELEC), los tecnócratas intentaron impedir este proceso pues el sistema de islas independientes que representan las múltiples empresas regionales ha sido lo más conveniente para sus intereses “crematísticos”, tanto económicos como de manejo de espacios de poder.


Las graves consecuencias de estas incoherentes políticas las han pagado los usuarios en el servicio y la empresa CADAFE, la más grande del sector, que ha sido sometida a una especie de política de exterminio, al ser abandonada a su propia suerte y debiendo asumir el peso principal de la desinversión y “el castigo” de mantener la operatividad careciendo de vehículos, herramientas, falta de personal, equipos, repuestos y un costo del servicio, muy por debajo de su valor. Más de la mitad de los usuarios de CADAFE a nivel nacional (dos millones setecientos mil aproximadamente) cancelan (los que lo hacen) apenas 1,77 Bs. mensuales, sin incluir a los llamados “ilegales” que pueden representar cerca de un millón más en todo el país.


Tenemos entonces grandes APAGONES y no es consecuencia de “fallas técnicas”, sino de un grave “desperfecto POLÍTICO”. Quienes gerencian el sector, le ocultaron al país esta realidad en las empresas que se estatizaron (y en las públicas), dejando en el ambiente del país la sensación que todo empezó con la decisión de Estatizar y de Unificar el sector en una sola empresa nacional.


Y entonces, ¿quién es el responsable?


Desde el movimiento sindical revolucionario siempre dijimos que la nacionalización y la creación Corporación debía acompañarse con una medida con sentido revolucionario y socialista. Esta es LA PARTICIPACION PROTAGONICA de la clase trabajadora y el pueblo en la gestión y el manejo de las empresas. Sin esto, esas medidas se quedan cortas e incluso pueden crear un nuevo monstruo, al convertir la CORPORACION en la simple suma de todas las empresas existentes con todos sus vicios, corruptelas e ineficiencias.


El Gobierno ha tenido en sus manos el camino a elegir: el de avanzar en el proceso revolucionario y hacia el socialismo o quedarse varado en el camino, dejando que la estatización se convierta en una reedición del viejo, desgastado y corrompido modelo de Capitalismo de Estado, por más verbo revolucionario que se le quiera poner. A los trabajadores nos parece que se ha optado por el camino de dejar la industria en manos de la TECNOBUROCRACIA, ideológicamente de derecha. En esta definición no solo nos referimos a los que políticamente se ubican en la oposición sino también a los que se rasgan las vestiduras por Chávez, son del PSUV, se visten de rojo, etc. Son un mismo sector ideológico, que piensa igual, que concibe el sector eléctrico y el país igual, que desprecia y utiliza a los trabajadores y al pueblo igual, aunque hoy por razones de intereses, estén en uno u otro bando político.


Esta TECNOBUROCRACIA gerencial, mercenaria a sueldo de cualquier gobierno y de cualquier política es la que carga “el garrote” pero el que se lo ha dado es el gobierno. He ahí los responsables de esta crisis recurrente y que permanecerá, al menos por un buen tiempo más, con racionamientos selectivos (casi siempre en barrios populares, y comunidades extraurbanas que es donde hay la mayor concentración de gente afecta al proceso revolucionario), además de continuar los cotidianos pequeños, medianos y grandes apagones que hemos estado sufriendo.


Les dan más dólares y hay más riesgo


El presidente de la República, en una cadena nacional recientemente anunció inversiones en generación y les dieron más dinero, millones de dólares. Después de 10 años de Gobierno de la revolución y casi tres de decretada la Corporación, el sector debería al menos tener un camino más cierto, porque los que trabajamos en el sector sabemos que de nuevo pusieron al presidente a decir cosas que son verdades a medias, que no van a solucionar el problema, al menos no a la manera revolucionaria, y que en el sector eléctrico nos alejan cada vez más de una perspectiva de socialismo.


El día 16 de agosto en un acto donde una vez más engañaron al presidente Chávez en la inauguración de la planta Josefa Camejo en el Estado Falcón, el presidente además de ratificarles su confianza a estos autoridades, a los que no han sido capaces de atajar la crisis, y sobre todo confirmó el mismo curso político de Capitalismo de Estado para el sector eléctrico, fortaleciendo así el engendro en que están convirtiendo la Corporación, abriéndole un nuevo espacio a los que quieren acabar con la revolución y con él mismo.


Esta clase gerencial que viene sobre todo de EDELCA y ENELBAR, hoy se siente victoriosa y fortalecida y también con muchísimo más dinero en las alforjas para “sus” inversiones. Por supuesto, no han perdido el tiempo y arremeten con toda su furia y prepotencia contra el primer “chivo expiatorio” que es CADAFE, la descuartizan, la asaltan, copan, subestiman, desprecian y humillan a profesionales, técnicos y trabajadores que durante años han trabajado sin recursos.


Están avanzando frontalmente contra el que ellos saben es su peor enemigo y el único que puede dar al traste con sus planes: la clase trabajadora y sus organizaciones sindicales. No faltan muchos días en que responsabilizarán de la crisis a los trabajadores, a sus derechos y a sus organizaciones sindicales que “no los dejan hacer cambios”. De no ser escuchadas las denuncias de los trabajadores estas autoridades acabarán con la clase trabajadora que asumió la garantía de pleno funcionamiento de la electricidad en los momentos más cruciales del país en los diez años de proceso revolucionario, los Golpes de Estado, el golpe petrolero, etc., etc.


La derecha tecnocrática con sus prácticas gerenciales verticalistas del capitalismo se ha apoderado del sector eléctrico. La indiferencia y el escepticismo sobre la revolución y la posibilidad de cambios en las empresas se ha apoderado de las mentes de la clase trabajadora, que la llevará a refugiarse en la mera lucha reivindicativa.


Como nunca antes el sector eléctrico está en riesgo, en el peor de los riesgos, pues está en manos y bajo control de una clase gerencial mercenaria que intentará hacer uso de ella como más convenga a sus intereses de casta privilegiada, en contraposición solo tiene a una clase trabajadora que cada vez cree menos en el proceso de revolución. Este es el más grave de los APAGONES, el de la conciencia en la clase trabajadora. Ese es el peligro que corremos en el Sector Eléctrico.



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